A 13 km al norte de la ciudad de Kualalumpur, Malasia, se encuentran las cuevas Batú en lo alto de la montaña, en la cual se encuentra un enorme templo hinduista, custodiado por la estatua mas grande del mundo de la diosa Durga, de 43 metros de altura.
Miles de peregrinos se acercan desde la India y diversos puntos de Malasia, a finales de enero durante el Thaipusam, a traerle ofrendas a sus dioses y a participar en rituales, en los que se perforan el cuerpo y suben estatuas de sus dioses a cuestas hasta el santuario.
LAS CATACUMBAS DE LOS MONJES CAPUCCINOS (PALERMO)
Las catacumbas de los Capuccinos en Palermo (Italia) es uno de los espectáculos más escalofriantes del mundo.
Nos remontamos en 1599, cuando se enterró por primera vez a un monje con fama de santo con la finalidad de que los devotos le rezaran; se trataba del Hermano Silvestro de Gubio. Fue así como los monjes descubrieron las propiedades adecuadas que reunían las catacumbas para la buena conservación de los cadáveres.
Con el tiempo, más personajes de la época quisieron ser enterrados en aquellas catacumbas, e incluso dejaban escrito en el testamento qué ropas vestirían una vez fallecidos, e incluso las que deberían ponerles una vez pasado el tiempo.
En la actualidad, las catacumbas albergan un total de 8.000 cadáveres, que se exponen al público a modo de museo. Algunos de estos monjes pidieron ser embalsamados. Están expuestos por hileras, dónde se clasifican por hombres, mujeres, niños, vírgenes, monjes y profesionales.
Destaca por el estado de conservación el cuerpo de la pequeña Rosalía Lombardo, una niña de 2 años que da la sensación de estar dormida. El cuerpo fue momificado en 1920, por el doctor Solafia, mediante inyección de compuestos químicos, pero hasta el día de hoy se desconoce la fórmula, pues se llevó su secreto a la tumba.